Prevención del cáncer de piel, opinión del experto

Dra. Isabel Bielsa (Unidad de dermatología de Gabinet d’Especialitats Mèdiques Associades GEMA, S. L.)

Se ha demostrado que las personas con historia de eritema y quemada solar, especialmente, durante la infancia y la juventud tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer cutáneo en la vida adulta y en la senectud. En las últimas décadas, el espectacular incremento del cáncer de piel ha motivado en todo el mundo la puesta en marcha de campañas de sensibilización que insisten sobre los efectos nocivos del sol y en la necesidad de adoptar las medidas adecuadas para protegernos. La energía luminosa procedente del sol es primordial para la vida del hombre y de su entorno; pero, los efectos perjudiciales pueden superar con creces a los beneficiosos si a lo largo de nuestra vida exponemos nuestra piel al sol de una forma indiscriminada. Y esto es lo que pasa en una gran parte de la población del mundo occidental.

Los efectos nocivos mejor comprendidos son los que ocasionan en la piel los ultravioletas B (UVB) y A (UVA). Se dividen en los efectos adversos agudos, y aquí se incluirían entre otros el eritema y la quemadura solar, y los crónicos donde destacan el foto-envejecimiento y la foto-carcinogénesis. La foto-carcinogénesis es la inducción de tumores benignos, lesiones pre-cancerosas y tumores malignos por el efecto de la explosión solar. Entre los tumores malignos destaca por su agresividad el melanoma, un cáncer que deriva de los melanocitos, es decir, de las células encargadas de producir la melanina, el pigmento responsable del color de nuestra piel y del bronceado. El melanoma es uno de los cánceres que ha mostrado un mayor aumento en los países desarrollados durante los últimos años y aparece con frecuencia en la población joven o de mediana edad. A pesar de su agresividad, puede conseguirse la curación hasta en el  90% de los casos si se realiza un diagnóstico precoz. Por esto resultan fundamentales las revisiones periódicas de los nevus melanocíticos o “pecas” y la consulta a un especialista ante cualquier cambio llamativo en una “peca” ya existente o la aparición de una nueva que no deja de crecer.

Otros tipos de tumores malignos en la piel menos agresivos que el melanoma pero sí importantes para la elevada frecuencia con qué se desarrollan, son los que se engloban bajo el término genérico de cáncer cutáneo no melanoma. Aquí se incluyen el carcinoma escatoso y su variante más incipiente (“in situ”) que es la queratosis actínica, y el carcinoma basocelular. El carcinoma escamoso y la queratosis actínica están claramente relacionados con la exposición solar y su desarrollan sobretodo en la piel de las personas con piel más clara y una exposición solar alta a lo largo de la vida. La relación del sol con el carcinoma basocelular es menos clara pero constituye el tumor maligno más frecuente entre la población caucásica en todo el mundo.

Se ha de fomentar la foto-protección que, ante todo, se consigue evitando la exposición solar y haciendo uso de la ropa para cubrir la piel. La utilización de los filtros solares no ha de sustituir estas precauciones, sino ser un complemento de las mismas. Los filtros solares siempre han de ser de protección elevada (son recomendables los filtros que indican en el recipiente un factor de protección solar (FPS)+50), y su uso es obligado en los niños (es bien conocido que la mayor parte de la radiación ultraviolada que acumulamos durante toda la vida se debe a la exposición durante la infancia y la juventud), en las personas de piel más clara y en todas las que estén sometidas a una intensa exposición solar. Aún así es muy importante que la población entienda que: 1)el uso de filtros solares no elimina el riesgo de tomar el sol, solo lo disminuye, 2)la aplicación de un filtro en ningún caso ha de ser un argumento para incrementar la duración de la exposición solar, especialmente si se utilizan filtros que no cubren el espectro de los UVA, y 3)no hay ninguna forma de bronceado sin riesgo y aquí también se ha de incluir el bronceado conseguido a partir de fuentes artificiales de UVA, leer las cabinas de bronceado artificial-UVA. Es útil recordar siempre una frase que de una forma sencilla y breve, resume todo lo que se ha dicho hasta el momento: la piel “perdona” los efectos agudos de la exposición solar pero nunca los “olvida”.